El avellano es un arbusto grande, de ramas pardas algo flexibles. Posee hojas alternas, rugosas y de forma ovalada, que suele perder en otoño para volver a recuperarlas en primavera. Tiene flores masculinas, recogidas en amentos de color amarillento. Los frutos son las avellanas, tan conocidas y apreciadas por todos. Vegeta en algunos puntos montañosos de la península, sobre todo en galicia, asturias, extremadura, valencia y cataluña.
FLORACIÓN
El avellano florece a finales del invierno y principios de la primavera, antes de que se abran las hojas. De la recolección interesan en primer lugar las avellanas, muy apreciadas en pastelería y como alimento de alto poder calórico. También interesan, desde el punto de vista terapéutico, las hojas y la corteza; las hojas se arrancan del arbusto, con tiempo seco, y la corteza se recoge en primavera. Ambos se ponen a secar al aire libre o en secaderos a una temperatura máxima de 40 grados Celsius .
APLICACIONES
Las avellanas contienen hasta un 65% de aceite, lo que las convierte en un gran alimento, aunque algunos expertos desaconsejan este fruto seco en ancianos porque dicen que eleva la tensión sanguínea. La corteza contiene materias tánicas, aceites y alcoholes; está especialmente recomendada -sobre todo por sus principios astringentes- para cortar hemorragias y diarreas. En las hojas también aparecen taninos y flavonoides, de efecto vasoprotector, astringente, venotónico y antiedematoso. En ocasiones se usan como sucedáneo de la hamamelis. En resumen, el avellano es utilizado por sus propiedades astringentes, antipiréticas y antiedematosas y está especialmente indicado en varices, hemorroides, gripe y heridas. En algunos pueblos se utiliza la cáscara de avellana -cocida y en tisana- para casos de retención de orina, aunque paradójicamente también se ha empleado popularmente para evitar que los niños se orinen en la cama.
ADMINISTRACIÓN
Infusión de polen. El polen de avellano se puede utilizar en infusión como sudorífico; para ello se pone un poco de polen en agua hirviendo y una vez frío se toma en pequeñas tazas como infusión de hojas. A un litro de agua hirviendo se añaden 25 gr. De hojas de avellano; se templa y filtra para su empleo posterior en la limpieza de heridas y llagas como cocimiento de corteza. 35 gr. De corteza se añaden a un litro de agua; se deja hervir durante 20 minutos; luego se filtra y se endulza a gusto de cada uno. Se pueden tomar varias tacitas durante el día. Este cocimiento se utiliza como astringente y da mejores resultados con la corteza de la raíz. En cualquier caso, la mejor forma de consumir este árbol es aprovechando sus exquisitos frutos, las avellanas: crudas, tostadas, en forma de horchata o simplemente machacadas con agua y azúcar.
RESUMEN
FAMILIA: Betuláceas.
HABITAT: Montañas.
FLORACION: Invierno y primavera.
PARTE EMPLEADA: Hojas y corteza.
CASTELLANO: Avellanero, ablano.
CATALAN: Avellaner.
VASCO: Urraitz, urritz.
GALLEGO: Avelaneiro.
USOS
Antipirético moderado, astringente moderado y antiedematoso leve.
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