Es una conocida planta anual, originaria de américa, que en la actualidad se cultiva por todo el mundo. Se pueden distinguir distintas variedades botánicas que, a parte de la diferencia en la forma y color de la habichuela, presentan también diferencias en el desarrollo y crecimiento de la planta, aunque no muy marcadas. Es una planta que no resiste el frío ni mucho menos las heladas, por lo que para su cultivo se debe esperar a que éstas pasen. Una peculiaridad de los tallos de judías es que al encontrar una pértiga que las sustente se van enrollando en ella, girando siempre hacia la izquierda.
FLORACIÓN
Florece a partir del mes de mayo, cuando eclosionan unas pequeñas florecillas amarillas o blanquecinas. La recolección de las vainas se llevará a cabo antes de que terminen de madurar, para evitar que la vaina se abra y caigan las semillas. La vaina es de forma alargada, con los extremos acabados en punta; en su interior se encuentran las semillas, aplastadas, de forma arriñonada y en número variable. Para proceder a su cultivo se deben emplear estas semillas.
APLICACIONES
La vaina del fruto de la judía contiene alantoína, sustancia reepitelizante y cicatrizante que se emplea sobre heridas y piel en mal estado. Contiene también arginina, un aminoácido con claras propiedades diuréticas que puede aumentar el volumen de orina que se elimina diariamente, logrando en consecuencia una ligera acción hipoglucemiante y disminuyendo el nivel de azúcar en sangre de pacientes diabéticos; esta es la razón por la cual este tipo de enfermos pueden tomarla en cantidades moderadas a pesar de su alto contenido en hidratos de carbono, que, en principio, lo harían desaconsejable. Otros dos aminoácidos que contiene en cantidad son la leucina y tirosina. Todo este contenido en aminoácidos hacen que esta planta sea muy apreciada por su alto valor biológico, ya que proporciona estos productos en cantidades suficientes para el buen desarrollo de nuestro organismo.
ADMINISTRACIÓN
Infusión. Cinco gramos de vainas de judía se añaden a 250 mililitros de agua ya hervida, dejándolo en contacto durante quince minutos; se filtra a continuación y se pueden tomar del líquido preparado hasta dos tazas al día como decocción. Siete gramos de vainas de judía se añaden a 300 mililitros de agua en ebullición, manteniéndolo a esta temperatura durante cuatro minutos, para proceder a su filtrado posterior; se pueden tomar un total de tres tazas al día.
RESUMEN
FAMILIA: Leguminosas.
HABITAT: América.
FLORACION: Mayo.
PARTE EMPLEADA: Fruto sin las semillas (vaina).
CASTELLANO: Fréjol, alubia, habichuela.
CATALAN: Mongeta.
VASCO: Indi-baba.
GALLEGO: Feijâo.
USOS
Diurético fuerte, hipoglucemiante moderado y reconstituyente moderado.
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