La artemisa es una planta tubuliflora, considerada como una especie de ajenjo, no solo morfológicamente sino también por sus propiedades medicinales. Tiene una capa gruesa y un tallo rollizo, anguloso, con estrías, con o sin vello y más bien de color rojo. Las hojas son verde oscuras en la cara superior y blancuzcas en el reverso. La planta se cría en los setos y ribazos de la mitad septentrional del país, sobre todo en los valles pirenaicos; le gusta crecer entre los escombros y como mala hierba en las superficies sembradas de césped. Está considerada como una de las plantas medicinales más antiguas del mundo.
FLORACIÓN
La artemisa florece en verano. De interés farmacéutico son las extremidades floridas, así como las hojas. Una vez recolectadas las partes útiles, se desecan al aire o en secadero.
APLICACIONES
Según diversos estudios, la planta es especialmente rica en un aceite esencial que está compuesto por eucaliptol y tuyona principalmente. También nos encontramos con resinas, mucílago y en las partes herbáceas se hallan pequeñas cantidades de adenina y colina. Asimismo, las hojas contienen vitaminas a,b y c. En general, a la planta se la reconocen propiedades tónicas y aperitivas, parecidas a las del ajenjo; también tiene la facultad de provocar y regular la menstruación. Las mujeres en la antigua grecia conocían bien las virtudes de esta hierba y su uso estaba ampliamente extendido como favorecedor de la menstruación; incluso durante largos años se le atribuyeron propiedades abortivas. Realmente esta planta está especialmente indicada en casos de anorexia, digestiones lentas y pesadas y menstruaciones irregulares o falta de menstruación. Su acción es un poco más débil que las de otras hierbas de la familia, pero no es una planta continuada y a dosis superiores a las indicadas puede provocar trastornos nerviosos e incluso convulsiones, especialmente en niños. Estos efectos indeseables se deben a la tuyona, sustancia presente en la esencia. También debe evitarse su consumo en mujeres embarazadas, pues aunque no está claro que pueda provocar un aborto sí que puede interferir negativamente en el desarrollo del nuevo ser. Por último, hemos de mencionar su acción desinfectante del tracto digestivo, así como antiparasitario en general, aunque ésta no es la acción principal de la planta.
ADMINISTRACIÓN
Hay que recordar que la planta resulta tóxica en dosis elevadas. El polen de artemisa puede producir alergia y su uso está desaconsejado en embarazadas como infusión. 30 g de hojas y flores secas se añaden a 1l. De agua hirviendo; se endulza con azúcar o miel y se toma una taza de la infusión por las mañanas. Esta formas de administración está especialmente recomendada en mujeres con menstruaciones difíciles; para ello se debe comenzar su administración 5-6 días antes del comienzo del periodo como polvo. Se mezcla una pequeña cantidad de polvo de la planta en cantidad doble de azúcar. Para tomar 4 veces al día. En farmacia se puede encontrar, además de la planta troceada, comprimidos elaborados, extracto vegetal y presentaciones compuestas junto con otras plantas.
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